viernes, 17 de diciembre de 2010

Empezando (El trastero)

¿Qué hacer con lo que nos sobre? Al trastero.

Todos los cachivaches inútiles que ya no usamos, pero que guardan, entre las capas de polvo acumulado durante años, el recuerdo imborrable de los buenos momentos vividos.

Ahora que vivimos para acumular, Diógenes de nuevo siglo recién afeitados, los trastos se nos antojan imprescindibles. Y eso es lo que vamos a hacer: acumular.

No todas las frases acaban en los libros. No todas las historias tienen un final. No todas las declaraciones de amor terminan en los oídos de la amada. Las frases más ingeniosas a veces no logran sobrepasar la frontera mugrienta e impenetrable de las paredes de los cuartos de baño. Los aforismos profundos no siempre llegan a aparecer en compilaciones que compran con entusiasmo en el círculo de lectores amas de casa aburridas y ávidas de la cultura que les ha sido negada por los otros y por ellas mismas.
Algunos proverbios y refranes jamás acaban en los márgenes dorados de agendas con tapas de piel que se regalan a los clientes importantes por Navidad.
Pero aquí van a caber todos. Ilustres e ignotos. Propios y ajenos. Chistosos y solemnes. Artículos de periódicos que nadie leyó, frases de libros que nunca se vendieron, ocurrencias de bohemios de esquina, canciones olvidadas...

Un trastero de ideas, un sótano de reflexiones, un desván apenas iluminado en el que las historias que murieron casi antes de naces tengan una segunda oportunidad.

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